DEMOCRACIA , VIEJA DEMOCRACIA ,NUEVA DEMOCRACIA

Democracia, Vieja Democracia, Nueva Democracia

12 de septiembre de 2019.

            Democracia, palabra que proviene del griego democratia.  Demos que significa pueblo y krátos que significa poder.  La democracia es el gobierno del pueblo, según esta definición de Demócrito de Abdera que  data 460-370 a.C.  Y a partir de la clasificación de gobierno realizada por Platón, primero; y Aristóteles después, en tres tipos básicos:  monarquía (gobierno de uno), aristocracia (“gobierno de los mejores”, para Platón; “de los menos”, para Aristóteles), democracia (gobierno de la multitud para Platón y de los demás”, para Aristóteles). 

La definición de democracia como gobierno de la mayoría de la población comenzaron a aparecer en la segunda mitad del siglo IV-V;  el sufragio universal, y la sanción de constituciones que no reconocían los derechos humanos, donde los ciudadanos tenían derecho al voto, (Las mujeres y los esclavos no eran considerados ciudadanos),  son parte de la historia del ejercicio de la democracia.

La democracia.  En un régimen donde gobiernan las minorías sobre las mayorías, el concepto “democracia”  es utilizado para engañar a los trabajadores y a la sociedad en su conjunto, como una forma de dominación.  Esta ha sido la historia del Estado y de la democracia al servicio de los que están en el poder.  De los explotadores sobre los explotados.  El poder y la democracia es un reflejo del modo de organización del estado. Tiene su fundamento en lo económico como cualquier fenómeno social, su carácter es  histórico y su esencia social.

La vieja democracia, es una práctica desde que existen explotadores gobernando a los explotados, nacida en el seno y etapa final del primitivismo y al inicio de la esclavitud como formaciones económico social.  Reflexión:   ¿Cuándo un esclavo podía expresar su opinión o sus demandas y sus ansias de ser tomado en cuenta como ser humano y no como una cosa o un buey?, ¿Cuándo un siervo podía expresar lo injusto del sistema feudal?, Y en los tiempos modernos, con las nuevas relaciones de producción, el sistema capitalistas, ¿Cuántas luchas sangrientas han tenido que suceder para que los trabajadores lograran una reducción de jornada laboral de 14 a 12 a 10 y 8 horas?, ¿Cuánto han tenido que luchar los pueblos para que las sociedades lograran el sufragio universal, y una superestructura  que responda a un ápice de beneficio para la sociedad y a las grandes mayorías.  Y con todas estas luchas que ha enfrentado la humanidad, cargamos con pobreza extrema, desnutrición profunda, hambre, miseria, desempleo masivo y permanente, males generalizados, violaciones al estado de derecho, crímenes de lesa humanidad.  ¿Acaso pueden los pueblos ejercer su derecho a protestar por estas prácticas ignominosas de los gobiernos y sus aliados, y ser escuchados y sin  ser reprimidos?

Durante esta etapa la dignidad humana la han convertido en un simple valor de cambio, ¿Cuánto tenés, cuánto valés?, truncando las capacidades del ser humano, ahogando sus aspiraciones más elementales, condenados a sufrir la miseria y los atropellos hasta su muerte.

La vieja democracia es la forma más oportunista que los gobiernos y sus aliados han encontrado para gozar del poder, para el enriquecimiento ilícito y  distribución injusta de las riquezas, impidiendo que los pueblos luchen y adquieran sus derechos como seres humanos.

            Hoy los pueblos ya no soportan esta vieja democracia, ya no quieren ser gobernados por opresores y se disponen en cualquier parte del mundo a luchar contra esas formas de gobierno grotescas y delincuenciales.

 En las campañas electorales,  utilizan a los pueblos y a la nación ofreciéndoles  falso interés en la soluciones de la crisis económica, social, política y jurídica; falsos propósitos democráticos.  Y los defensores jurados de este tipo de democracia deben enterarse y aceptar que la sociedad burguesa necesita acabar con esas formas de la vieja democracia, para superar los grandes y graves problemas políticos, jurídicos, económicos y sociales que azotan en nuestro país y todo el orbe; que entraban el desarrollo del capitalismo.

Nueva Democracia:  Hoy los pueblos en todos los confines del globo terráqueo reclaman sus derechos, sus principios y garantías cuando les son arrebatados y pisoteados. Los pueblos necesitan soluciones y para lograrlo es esencial La Nueva Democracia y una GRAN UNIDAD  Y ORGANIZACIÓN de la sociedad y cumplir con la demanda urgente y necesaria de la aplicación de la REVOLUCION DEMOCRATICO-BURGUESA DE NUESTRA EPOCA  que consiste en el desarrollo de la forma de producción capitalista, pero con  nuevas relaciones de producción,  reflejadas y ordenadas jurídicamente en la Nueva Constitución de la República.

            En nuestro país, las respuestas a estas demandas se encuentran puntualizadas en el Programa Inmediato del Partido Comunista de Nicaragua. 

Desarrollo económico:   Para acabar, con el desempleo, pobreza extrema, migración forzosa.  Y que se dé una distribución más justa de los beneficios.

Desarrollo Social:   Proyectos que garanticen a la población un buen servicio de salud, de educación, viviendas dignas, caminos de penetración, sistema moderno de la comunicación, electrificación,  escuela de agricultura y ganadería, etc.

Desarrollo Político y Jurídico: Independencia de los poderes del Estado, un presupuesto general de la República sin déficit, un sistema tributario justo, un verdadero estado de derecho, administración sana y transparente, etc.

JUSTICIA Y LIBERTAD, UNIDAD Y ORGANIZACIÓN

POR UN VERDADERO DIÁLOGO NACIONAL

¡¡VIVA LA REVOLUCIÓN DEMOCRÁTICO-BURGUESA DE NUESTRA ÉPOCA!!

Sesión de trabajo pleno Educación del Comité Central

Partido comunista de Nicaragua.

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EN LOS ESFUERZOS POR CONSENSUAR CON LA IGLESIA CATOLICA

EN LOS ESFUERZOS POR CONSENSUAR CON LA IGLESIA CATOLICA.

9 de octubre 2019

El Partido Comunista de Nicaragua, y el Centro Obrero de Estudios Sociales, ha venido dando seguimiento a documentos, Homilías, declaraciones de la Iglesia Católica, a la Conferencia Episcopal de Nicaragua y sus instituciones, representantes y prelados, encontrando importantes coincidencias.

Desde el punto de vista de la historia, nuestras Instituciones, están siendo sometidas a prueba por el devenir histórico, que está demandando cambios sustanciales en la sociedad y para ponernos de cara a esas nuevas realidades y poder responder a esas nuevas necesidades, en consecuencia, necesitamos modernizar nuestros planteamientos.

En ese camino, cada quien y con sus herramientas de análisis, hemos tenido en el centro de nuestras preocupaciones a la sociedad, con todos sus males, injusticias, hambre, miseria, desigualdad, corrupción, nepotismo, falta de democracia, de derechos humanos, mala distribución de plusvalía producto de desviaciones de hombres que manejaron sistemas económicos sociales, que presumieron representar el bienestar social. Hoy en el esfuerzo por encontrar soluciones, cada quien ha venido aportando sus ideas para dar respuesta a la situación social y económica grave planteada en nuestra sociedad.   Al tenor en su último mensaje del 15 de septiembre de 2019, emitidos por la Conferencia Episcopal de Nicaragua, y otros documentos e intervenciones ocurridas al partir del 18 de abril de 2018 a la fecha, encontramos importantes puntos de vista que coincidimos para empezar a resolver la situación planteada en nuestro país, estas coincidencias son:

--Reconocemos que no hay futuro sin memoria, lamentarnos por nuestros desencuentros del pasado y recientes, y la falta de dialogo verdadero.

-Nuestros deseos de contribuir a la solución de la crisis, de los acuciantes problemas económicos, sociales y políticos y responder al gran desafío de la pobreza y de la exclusión.

-Reconocemos que la ciudadanía pide cambios y reformas profundas. Y nos encontramos en una nueva etapa, con sus correspondientes desafíos para nuestra convivencia democrática

--Coincidimos que en nuestro país existe desigualdad económica, desempleo y falta de oportunidades, a la exclusión injusta y a la inviabilidad a varios colectivos sociales.

--Cambiar estructuras injustas por justas como condición de un orden justo que no nacen ni funcionan sin un consenso moral de la sociedad sobre los valores fundamentales y sobre la necesidad de vivir estos valores con las necesarias renuncias, incluso contra el interés personal.

--El amor a la patria que debe prevalecer por, sobre los bienes particulares. Apoyamos los pilares que dan sustento a toda convivencia: La verdad, la Justicia, la libertad, la fraternidad, la solidaridad.

--Estamos de acuerdo, que para desarrollar un dialogo franco y sincero, debe haber confianza mutua en el verdadero dialogo a impulsar la cultura del encuentro con cuidado y respeto, sin discriminación, sexo, creencia o increencia, para acrecentar la riqueza de nuestras ideas y valores, para llegar a consenso, porque esta desconfianza crea barreras entre grupos y sectores.

--apoyamos la certeza de los pastores de que en Nicaragua podemos hacer una democracia más exigente y cualitativamente más robusta, teniendo la sabiduría de integrar e incluir sus heridas y desencuentros.

--Inspirados cada quien, en sus principios, así ha de ser nuestra convicción en la misión que tenemos de construir juntos un país con una verdadera paz y democracia.

--Apoyamos la nueva cultura democrática, de resolver nuestros conflictos por la vía pacífica, romper el círculo de la violencia, porque la violencia engendra violencia, y como dicen nuestras abuelas “el fuego no se apaga con fuego”

--de acuerdo con su espíritu positivo al expresar: “Hay que romper con el circulo de la violencia. Son muchos los pueblos que han triunfado con la revolución pacífica, con las fuerzas de los valores de la fe, de la esperanza y de la caridad, en una palabra, con el poder de Dios”. Así también “……la sabiduría del sermón de la Montaña y en especial las Bienaventuranzas, en ella los protagonistas no son los poderosos, ni los ricos, ni los eruditos, ni los que determinan el futuro inmediato de las poblaciones. Los protagonistas son los pobres, los afligidos, los desposeídos, los que tienen hambre y sed de justicia, los misericordiosos, los limpios de corazón, los que trabajan por la paz.”

Apoyamos las nuevas visiones de la iglesia, en lo social, económico, en la calidad de su filantropía, humanismo, de que las comunidades no deben ser objeto, sino sujetos de la historia, que los ciudadanos no deben ser indiferentes a los problemas sociales, una iglesia de puertas abiertas, con gran vocación por el respeto a los derechos humanos. También por una mejor distribución de la plusvalía en la sociedad. Una iglesia al margen de la corrupción y los poderosos.

                  Daniel Acevedo                                                                                                 Julio Fariñas A

                           Director                                                                                                          Secretario                                    

 Centro Obrero de Estudios Sociales.                                                                    Sesiones de trabajo Pleno Relaciones

                                                                                                            Nacionales    e internacionales del Comité Central

                                                                                                                          Partido Comunista de Nicaragua.

                                                                                                                         

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